Estamos en Navidad, así que es momento de que nos visite el fantasma de los videojuegos pasados para llevarnos atrás en el tiempo. ¿Y qué mejor forma que hablando de un videojuego en el que las protagonistas no paraban de viajar en el tiempo? Por supuesto, hablamos de TMNT: Turtles in Time, un arcade que tenía todo lo que un chaval de 1991 podría desear: robots espaciales, el salvaje Oeste, piratas, dinosaurios… y por supuesto ¡las Tortugas Ninja!
No había que comerse mucho el coco. El arcade de las Tortugas nos había maravillado unos años atrás con sus niveles coloridos repletos de enemigos a los que derrotar con los colegas. Alucinamos con Double Dragon y lo pasamos en grande con BattleToads, pero teníamos hambre de tortugas mutantes. Entonces se estrena la Super Nintendo, y Konami lanza este beat-em-up con gráficos de arcade que promete ser todavía más redondo. ¡Conchanudo!
La excusa argumental era lo de menos (Shredder y Krang secuestraban la estatua de la Libertad y encima obligaban a la tortugas a viajar por diferentes épocas), lo importante era tomar el mando de nuestra tortuga favorita (Donatello en mi caso, porque con su palo podía golpear más lejos) y empezar a machacar botones para pasar cada fase sin perder muchas vidas, con ayuda de las ocasionales cajas de pizza. Después de lanzar a docenas de miembros del Clan del Pie contra la pantalla, una de las partes más divertidas eran los jefes finales, cada uno con sus puntos débiles y frescos en la memoria gracias a la serie de televisión; Baxter Stokman, Bebop y Rocksteady, Leatherhead, Tokka y Rahzar (recién salidos de la peli del mismo año, El Secreto de los Mocos Verdes), Krang o el mismísimo Shredder eran un auténtico desafío para nuestra habilidad con el mando.
Turtles in Time se convirtió rápidamente en uno de los beat-em-up (primero arcade y un año después en SNES) más populares en todo el mundo, y por méritos propios. La posibilidad de jugar con tres amigos, su gran acabado visual con unas animaciones y efectos de sonido espectaculares, la acción a raudales, la banda sonora,… y por si todo eso no fuera suficiente, la versión de SNES incluía nuevos extras como los skins de los cómics, modo “dificultad extrema” y un modo versus en el dojo bajo la supervisión del maestro Splinter. ¡Casi nada!
Fue un juego redondo como las tortugas nunca volverían a ver, por muchas imitaciones posteriores y conversiones que se hicieran (te estoy mirando a ti, Turtles in Time Re-shelled). Así que dejaros de sucedáneos y reconciliaros con vuestro yo adolescente jugando al original, porque como decían ellas mismas en la pantalla de selección, “It’s time to kick Shell!”
Si queréis tener toda la información sobre los videojuegos de las Tortugas Ninja, ¡haceos con un ejemplar de Back to The Culture! El primer número de nuestra revista hace un repaso cronológico completo de todos los juegos de la franquicia, con los imprescindibles resaltados ¿Os lo vais a perder?/Alberto Vicente
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